Es oportuno matizar qué entendemos por aguas residuales. Son materiales derivados de residuos domésticos o de procesos industriales; por ejemplo, el agua que se pierde por las cañerías durante una ducha o al fregar los platos. De las cañerías, pasan a las depuradoras y, una vez tratada, se reutiliza.
Pero, ¿por qué es necesario evaluar las aguas residuales que ya han pasado por la depuradora, que ya han sido tratadas? Boltes señala que “el agua regenerada es producto que se devolverá al medio natural”. Y es que, entre sus principales usos, encontramos:
- Riego (cultivos, pastos, zonas verdes, campos de golf)
- Mantenimiento de humedales
- Inyección de acuíferos
Traducimos lo anterior: es necesario estudiar las aguas ya tratadas porque después, irán a parar al medio natural. El objetivo es eliminar compuestos difíciles de degradar por métodos convencionales (las depuradoras no pueden degradar). Esos compuestos, o tóxicos que se mencionaban antes, son compuestos emergentes (productos farmacéuticos, drogas, productos de cuidado persona como gel o champú, esteroides, hormonas, surfactantes, retardadores de llama, aditivos…). Todos estos compuestos emergentes continúan estando presentes en el agua y su grado de concentración se evalúa mediante la ecotoxicidad.
Para averiguar la concentración, existen diferentes ensayos estandarizados. Entre los más utilizados, se encuentran los test de inhibición de crecimiento, con algas o plantas acuáticas; el test de inmovilización (Daphnia); el test de toxicidad aguda, con peces; y la inhibición de luminiscencia con bacterias. Boltes y su equipo quieren patentar un nuevo test que es más eficaz que los anteriores para tales efectos.
La ingeniera química deja claro en su presentación, que el aumento de toxicidad de las aguas tratadas, no sólo es producto del incremento de la contaminación en ellas, sino de la sofisticación de los métodos que la evalúan. Así pues, gracias a los estudios de cientos de equipos, como el suyo, las aguas residuales tienen cada vez una mayor fiabilidad. Aún así, aboga por una regeneración de las depuradoras municipales que, conforme pasa el tiempo, van quedando obsoletas y no son capaces de limpiar las aguas.
Estos estudios, aparte de ser necesarios, son muy interesantes. Reflejaba la profesora que, cada vez, es más frecuente encontrar componentes emergentes de tipo farmacéutico y, comúnmente, antidepresivos. Y es que estas aguas son el fiel relejo del consumo de la sociedad.

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